Llevo varios años tomando leche de soja para desayunar. La verdad que nunca creía que podría eliminar la leche de vaca de mi dieta y no solo eso, si no que el café con leche de soja, fuera uno de mis momentos preferidos del día.
Después de que mucha gente me dijera que la leche de soja no es buena, ni para mujeres ni para hombres, he decidido que a partir de ahora empezaré a hacer mi propia leche vegetal. He empezado con la de avena, seguiré con la de almendra y la de soja (casera). Luego ya iré viendo.
La verdad que la de avena me ha encantado (al contrario que a mi pareja, que ni siquiera le ha gustado el olor). El café soluble con la leche de avena me parece una pasada. La leche, al calentarla toma una textura sedosa y el sabor me recuerda a bizcocho, vamos, una pasada.
La avena es un cereal que aporta a nuestro organismo muchísimos beneficios. Destacan su alto contenido en fibra soluble y proteínas, esenciales para combatir el colesterol malo. Además es una gran fuente de calcio hierro, fósforo, omega 6 y vitaminas del grupo B, entre otros.
Esta leche es ideal para las personas intolerantes a la lactosa, vegetarianas o veganas.
1 litro de agua
150 gramos de copos de avena
Una pizca de sal (Indispensable para potenciar el sabor de la avena)
Rama de vainilla o esencia de vainilla o canela (opcional)
Edulcorante como stevia, azúcar o incluso dátiles (opcional)
ELABORACIÓN:
La noche antes a hacer la leche se cubren los copos de avena con agua y
se dejan en remojo durante toda la noche. El agua que se ha utilizado no es el
litro de los ingredientes. Ahora solo se utiliza la necesaria para cubrir los
copos.
A la mañana siguiente, se cuela el agua y se colocan los copos de avena
en un recipiente alto para batirlos.
Se añade el litro de agua a los copos, una pizca de sal y los
ingredientes opcionales que desees. Se bate todo a velocidad alta durante dos
minutos. Si se desea un sabor más intenso, se puede reducir un poco la cantidad
de agua. Cuando todos los ingredientes están bien mezclados y batidos, se dejan
reposar durante una hora como mínimo.
Pasado el tiempo, se cuela la mezcla para extraer la leche de avena con
un colador fino. Se van removiendo los copos con una cuchara cuando están en el
colador para ayudar a extraer la leche más rápido.
Una vez se ha colado toda la leche, se debe guardar en el frigorífico
para que se conserve mejor. Esta leche dura entre cuatro y cinco días.
Una sana y nutritiva solución frente a los problemas y calidad de lo que nos venden como leche..
ResponderEliminarSigo teniendo en la despensa algún tetra brik de leches vegetales, para emergencias, pero a partir de ahora me voy ha hacer mis propias leches.
EliminarSolo es sacar un poco de tiempo, tomarlo como rutina y disfrutar de calidad.
Gracias por tu visita. Un saludo.
Te copio la receta, me gustará probarla, aunque este tipo de leches la prefiero sin café. Gracias.
ResponderEliminarBesos.
Estate atento porque próximamente iré subiendo otras leches vegetales.
EliminarEstoy disfrutando mucho con estas creaciones.
Muchas gracias por tu visita, un saludo.
Sencilla y rica :) me parece una idea estupenda. Un beso
ResponderEliminarRecetas de una gatita enamorada
Pues si, de las leches vegetales que he hecho hasta ahora, la de avena es la que más me ha gustado.
EliminarMe encanta el sabor y la textura.
Nikichan, gracias por pasarte por el blog.
Un beso.