Os aseguro que no entro en mi gozo.
Me ha costado nada menos que un mes y 25 € en disfrutar de la mejor noche gastronómica en Barbate. Es el restaurante "El Campero", de visita obligada.
He cenado en compañía de dos chicos (los dos camareros, no seáis mal pensados) unas tapas exquisitas. La verdad que han sido encantadores, muy simpáticos y atentos a la par que divertidos. Para haber ido sola me lo he pasado como una cría chica.
Bueno, he pedido 6 tapitas, porque conforme las veía servidas a los clientes que tenía cerca, me daba envidia y tenía que probarlas.
Os muestro por el orden que las he ido pidiendo.
Pinchito moruno de atún (2,50€): estaba en su punto justo de plancha y marinado. Me ha gustado mucho. ¿Será que venía con hambre?
Mini burguer de atún (3,75€): con un picadillo de tomate, lechuga… una salsa de tomate picante y patatas pajas. Exquisita…
Piruleta de hueva de leche de atún (2,50€): con cebolla caramelizada y salsa de melocotón. Estaba muy bueno. La consistencia parecía a la de los sesos o un poco más dura parecida a la de las criadillas. ¿Sabéis lo que es la hueva de leche del atún macho? Pues nada más lejos de lo que he nombrado… huevos…, macho…, os invito a investigar por internet…
Brocheta de puntas de solomillo de Retinto al Pedro Ximénez (3,75€): en su punto justo como la brocheta de atún. Venía acompañado con unas patatas y cebolla frita. Estaba riquísimo.
Ventresca con toffe y crujiente de alga nori y sésamo (4,50€): el crujiente es una de las cosas que más me ha sorprendido. Estaba buenísimo, un sabor especial.
Tartar de calamar con bombón de marisco (3,50€): estaba muy bueno, pero un poco fuerte para ser el último plato. Esa frescura me hubiera venido bien al principio. Como ya os digo, se me abría el deseo al verlo en los comensales de al lado y por eso lo he pedido lo último. El bombón era concentrado de marisco y junto con el calamar y el crujiente de las huevas, hacían una combinación excelente.
Espero que aunque sea viéndolo hayáis disfrutado como lo he hecho yo degustándolo.
Muchas gracias por vuestra atención y servicio.
Ya tengo visita obligada unas cuantas veces más antes de que termine el curso. Las llamaré “Las noches del exquisito deseo”
Pues si, tenía todo una pinta exquisita y lo mejor de todo has disfrutado.
ResponderEliminarUn beso