SALIENDO POR MEDINA - SIDONIA. EL CASARÓN DE MI AMIGO PEDRO

Desde que vi en 75 minutos un reportaje de “El Casarón”, un restaurante en Medina Sidonia, a un kilometro de la entrada a Badalejos, a 30 minutos de mi casa en Barbate… me propuse que tenía que visitar a Pedro algún día. 

El restaurante es muy especial pues en él se consume todo lo que produce su huerto, los huevos que dan sus gallinas, los pollos que cría con semillas… El pescado lo elije de manera sabia en Chiclana y lo sirve muy fresco. Todo es natural, ecológico… especial.

Nos acercamos un día de semana y justamente me encontré a Pedro, uno de los dueños, dando un remolque lleno hasta arriba de zanahorias a sus animales. Gallinas, cabras, un burro, un burrito, vacas… Me apasionó el paraje, los animales  y sobre todo la simpatía de Pedro.

Por fin el viernes pasado nos decidimos.

La bienvenida de Pedro fue grandiosa. Solo le faltó darnos un abrazo.

Pensamos en sentarnos en la terraza, cosa que fue un acierto. Se contemplan unas vistas espectaculares, el sonido de los pájaros, el viento y la hierba son especiales, huele a campo, a agua, a “nubes” Jajajajaja… una pasada.

Las casi dos horas que estuvimos comiendo se pasaron en cinco minutos. Todo estaba exquisito y tenía un toque muy especial. Sin duda, tenemos que volver.

Estos son los manjares que comimos:

De aperitivo y por cuenta de la casa:

Unas aceitunas, una zanahoria aliñada (con sabor a zanahoria… jajajajaja) y unas empanadillas de bacalao.

Y de platos pedimos:

Unos huevos fritos salvajes, de los de la yema naranja intenso (7€):

Un atún a la vizcaína (9€):

Y una costilla de ternera en guiso (10€).

De postre media ración de surtidos:

Unas bolas de helado de plátano, un tocino de cielo sobre bizcocho borracho de P.X. y un pastel de manzana y ciruela negra. Todo hecho por ellos.

Como digo, todo estaba exquisito, regado por dos vinos de la tierra un “Tierra Blanca” - Blanco y un “Esteros” - Tinto.

Al final de la comida, un chupito de hierbas, para bajar lo degustado y una pequeña “tournée” a su huerto y cuadras.

Me encantó, me alucinó, me flipó… Pedro, ya mismo me tienes allí de nuevo.

Eres un guasón y me encanta la vivencia que gracias a ti y tu grupo pudimos vivir ese día.

Muchas gracias. Un saludo.