Siempre me ha gustado probar la gastronomía de otros
países.
Me encanta la cocina de África, por lo menos la que he
probado hasta ahora, que es una pequeña parte de todo un gran continente. Hasta hace 1 semana solo había tenido la suerte de degustar la comida Árabe y la Egipcia.
Hace unos días fui a un restaurante Etíope que se encuentra
en Barcelona. El restaurante se llama Addis Abeba y se encuentra en la Calle de
Vallespir, 44.
Este restaurante de comida etíope representa muy bien la
cocina africana, poco frecuente en nuestro entorno. Es una experiencia muy
interesante para conocer, desde la distancia, otras culturas.
La comida es simple pero muy gustosa, realmente muy buena:
me recuerda que los sabores simples (calabaza, espinacas, pollo, lentejas...),
sabiamente especiados y cocinados, pueden ser tanto o más placenteros que las
complicaciones de vanguardia que a veces se prueban.
Existen tres menús diferentes de degustación,
cada uno con tres muestras de comidas diferentes, siempre servidos sobre el
sorprendente pan etíope, plano y a la vez esponjoso.
Para integrarse mejor en la cultura, toda la comida se sirve
en una única bandeja para cada mesa, de modo que se puede convertir en algo
plenamente social. No se utilizan cubiertos, sino que se come directamente con
los dedos (¡volver a recuperar el placer de chupárselos!).
El local es muy acogedor y con una decoración simple, pero
que nos lleva a un ambiente diferente, con artesanías etíopes, cañas en la
pared, pequeñas mesas y banquetas que permiten sentarse alrededor de las
bandejas de comida con comodidad.
Por último, una palabra de reconocimiento para los
camareros, muy amables para explicarlo todo y con una sonrisa permanente que
nos recuerda que a veces las cosas simples (en el mejor sentido de la palabra)
son las mejores para ser felices.
No se trata de un gran restaurante, pero verlo entre los 100
primeros en Barcelona me parece más que bien merecido. Es un lugar singular,
con una comida y un servicio también singulares.
Si te gusta probar sabores, este es un buen lugar.
Pedimos dos menús de degustación, para probar de todo un
poco. Aparte pedimos una cerveza etíope y un zumo de guayaba. De postre un pastel
de zanahoria y uno de chocolate. Por ultimo un café etíope y una infusión también
de la zona.
Todo fue genial, riquísimo. Para mí y mi pareja, que somos
de comer, nos pareció poca comida, pero justo los chicos que estaban sentados a
nuestro lado, no fueron capaces de comerse todo.
Lo recomiendo muchísimo.
Y bueno, lo mejor de todo, es que al visitar este
restaurante, se me ha ocurrido una nueva idea para el blog.
Alfabéticamente, voy a ir subiendo tanto al blog Cordonbleu
como a Cordonbleu Vegetariano de recetas de todos los países del mundo. Voy a
ir alternando de todo, entre carnes, pescados, verduras, postres, panes…
Me está gustando mucho adentrarme en este “mundillo” nunca
mejor dicho y espero que cuando llegue a Zimbabwe me haya gustado tanto que le
de otra vuelta de nuevo a la lista.
Espero que os guste la nueva sección de Andrea por el Mundo.
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