VIAJE NAVIDEÑO PRAGA - VIENA - BUDAPEST

Estas navidades han sido viajeras.

Con dos días de preparación, maleta en mano y buena compañía he estado unos días por Europa, en Praga (Republica Checa), Viena (Austria) y Budapest (Hungria).

En esta entrada os voy a mostrar cuales son algunos de los platos típicos que hemos degustado en cada ciudad.

Decir a la gente que haga este recorrido o que viaje a alguno de estos países que para poder “llenar la barriga necesitas Coronas Checas en el primero, Euros en el segundo y Florín Húngaro en el tercero. En cuanto tengas la moneda correspondiente de cada uno, ya puedes empezar a degustar sin fin.

Bueno, os empiezo a contar.

PRAGA:

Os puedo decir que Praga huele a Svarene, un vino especiado que se sirve caliente y a Trdelnik, un dulce tradicional de la cocina eslovaca.

El Trdelnik es una masa de harina, azúcar, huevo, levadura, canela y leche que se estira y se enrolla en un palo de madera (Trdlo) o metal. Se pasa por una mezcla de azúcar con nueces finamente picadas y se coloca a asar en las brasas, girando sobre sí mismo, hasta que está dorado. Queda un dulce de forma cilíndrica y hueco. Tiene un liguero sabor ahumado y un agradable sabor a canela.

Se pueden probar en muchos de los puestos callejeros que nos encontramos por Praga, incluso por algunos de Viena o de Budapest.

El Svarené Víno también lo encuentras en los puestos de Praga. Las calles se impregnan de ese rico olor a clavo, canela y vino.

Ayuda a sobrellevar las bajas temperaturas gracias al calorcito que te transmite a las manos y al estómago… Digamos que el poquito alcohol que lleva también hace su trabajo.

Me recuerda al vino que hacemos en las recreaciones medievales. Ellos bebían el Ypocras o Hipocrás.

Si queréis probarlo os propongo una recetita:

INGREDIENTES:

1 botella de vino tinto seco (no debe ser de cartón, mejor de botella. Os aconsejo el vino tinto cariñena crianza Monte Ducay del Mercadona por 1,85 € o el Comportillo Crianza por 2,58)

2 ramas de canela

6 clavos

Una pizca de nuez moscada molida

2 cardamomos

1 mandarina o naranja en rodajas con piel

½ taza de agua

Miel a gusto (2 cucharadas) o azúcar

ELABORACIÓN:

Se colocan todos los ingredientes en un recipiente y tapados se cuecen a fuego lento durante 40 minutos.

Se sirve caliente. Se puede “aliñar” con vodka, ron…

Otro producto que se encuentra en esto puestos son los pretzel, yo los probaría más adelante en Budapest.

Y os presento una taberna medieval en pleno centro de Praga.

Por esta tenebrosa taberna seguro que han pasado reyes, mendigos, caballeros, embaucadores, bailarines… es un sitio mágico.

Todo el local es oscuro y “sucio”, alumbrado por velas y decorado con pieles de animales, calaveras y diferentes aperos.

Te sientas en tu esquina oscura y disfrutas de tu vino caliente, tu cerveza y ese rico pan que huele a leña y centeno. Además devorarás tu gran plato de carne con verduras, mazorcas, patata… No hay reglas… come con las manos, límpiate en las mangas o tírate un…. Jajajajaaj… bueno, a tanto no se llega. 

Los camareros visten de época, pueden bromear siendo rudos o ruidosos.

Y cuando pidas la cuenta, ten cuidado donde pones la mano, pues te la darán clavada en un gran machete que incrustarán de un gran golpe en la mesa de madera.

Un sitio de ensueño.

Las espirales de patata fritas, las salchichas y chorizos o las mazorcas también son productos que se encontraban durante los paseos.

Y este es el delicioso desayuno buffet de nuestro primer alojamiento.

Este albergue es una pasada. A dos paradas de tranvía y dos de metro del centro creo que es una de las mejores elecciones para dormir en Praga. Un trato excepcional, unas instalaciones súper modernas y un desayuno de reyes en el que te podías hacer hasta tu propia tortita. Es el Czech Inn Hostel.

Y lo mejor es la gran cantidad de panes que puedes encontrar en las panaderías. Además de pasteles.

Termino mi ruta gastronómica por Praga con el almuerzo en un restaurante de cocina casera checa. El U Stvate Vaciava.

Todas las mesas tenían una cestita con 6 tipos diferentes de salsas.

Y nosotros tomamos una sopa de goulash; pato asado con bolas de harina y col; y goulash con bolas de harina y patata.

Para terminar nos tomanos un grog. Es una combinación de ron, azúcar, limon y agua caliente.

La verdad que lo pedimos porque es la bebida de los piratas y sentíamos nostalguia de nuestras horas jugando a “Monkey Island”.

VIENA:

En Viena, para degustar lo mas típico, fuimos al Restaurante Gasthaus Pöschl. Es un local con solera donde apenas se encuentran turistas.

Alli degustamos la típica “Rindsuppe mit Frittaten oder Grießnockerl” (sopa de carne (consomé) con crepes en rodajas o sémola)

El “Wiener Schnitzel vom kalb mit Erdäpfelsalat” Filete de ternera empanado con ensalada de patatas.

Y el otro plato “Gekochter tafelspitz mit kürbisgemüse & G´roste” Ternera guisada con patatas grillé y repollo.

El postre lo tomamos en la cafetería pastelería Aida, y como no podía ser menos, tomamos Tarta Sacher, Tarta Mozart y Café Vienés.

En los puestos de Viena, preparados para recibir el nuevo año había millones de pasteles y cosas ricas.

Allí pudimos probar el ponche, también bebida típica de navidad que te reconforta. Este también se sirve caliente y está elaborado con té, vino blanco, azúcar, clavo y canela. También se podía aderezar de algún licor, pero solo estaba buenísimo.

BUDAPEST.

Y por último en Budapest almorzamos en un puesto en el que tenía casi de todo.

Esta vez nos decidimos por probar el codillo asado y unas verduras y patatas salteadas.

La verdad que la carne estaba muy tierna y se deshacía en la boca. Las patatas tenían un aliño que las hacia alucinantes. Lo único malo fue comer en plena calle con la temperatura bajo 0.

El desayuno del hotel también fue muy completo, en el Carlton Hotel Budapest.

Pudimos probar un strudel de frutos rojos y un dulce que comen enrollado que creo que se compone de la masa y va relleno de una especie de mazapán, (por lo menos almendra llevaba) la verdad, un tanto pesado y empalagoso.

Por último almorzamos en un restaurante llamado Lanchid Sorozo.

Aquí comimos Torreznos de ganso, Steak Tartar de Ternera, Pechuga de pollo con verduras salteadas y Ragout de Ternera con Pasta.

Todo estaba riquísimo además era un restaurante súper rockero, decorado con poster de grupos como Police, ACDC, Sting, The Rolling Stones…  y buena música, por supuesto.

Los camareros son muy amables y se vuelcan contigo en todo momento.

Es un restaurante en el que pasar un buen rato y poner la guinda a un gran viaje.

Pues esa ha sido en definitiva la parte gastronómica de este viaje navideño.

Lo mejor, la compañía por supuesto.

Estos son algunos de los lugares que hemos visitado.

Os animo a viajar en la medida de lo posible. Seguro que el pueblecito que hay a una hora de tu casa tiene mucho que descubrir.

Yo por lo menos, hasta que se dé una oportunidad como esta de nuevo, me quedo por la Sierra de Aracena.

Un saludo a todos/as.

PRAGA

VIENA

BUDAPEST