Masa madre:
50 gr harina de fuerza
1 sobre de levadura seca de panadería
100 ml de leche tibia o a temperatura ambiente
450 gr harina de fuerza
100 ml leche
Agua de azahar (depende de la concentración, unas gotas o
unas cucharadas)
125 gr mantequilla
25 gr manteca
120 gr de azúcar
1 cucharada de miel
1 chorreón de ron (opcional)
La piel de medio limón y media naranja (sin la parte blanca)
Una cucharadita rasa de sal
Decoración:
Azúcar remojada con unas gotas de agua
Frutas escarchadas
1 huevo para pintar
ELABORACIÓN:
Primero tenemos que preparar la masa madre. Esta nos va a
ayudar en la fermentación, con la ventaja de que nos quita mucho sabor a
levadura de nuestro roscón.
En un cacharro mezclamos la harina y la levadura y vamos
añadiendo la leche tibia mientras mezclamos bien. Tapamos con papel film y
dejamos reposar hasta que doble el volumen en un lugar cálido. (Se podría usar
a partir de la media hora más o menos, pero podemos dejarlo fermentar cuanto
queramos, incluso desde la noche anterior)
Para empezar a preparar la masa, ponemos el azúcar con las
cascaras de naranja y limón en una batidora y trituramos.
En un recipiente ponemos la leche templada, la miel, el ron
y el agua de azahar y lo mezclamos bien. Colocamos la mantequilla en un bol
pequeño y le damos un golpe de microondas para que se derrita un poco.
Mezclamos con la manteca y con la leche.
Cuando está todo templado, vamos añadiendo uno a uno los
huevos mientras removemos con unas varillas. Es el momento de añadir la masa
madre, mezclar e ir introduciendo la harina y la sal.
Una vez que tengamos una mezcla homogénea, amasamos
untándonos un poco de aceite en las manos, para que no se pegue la masa durante
cinco minutos. No nos puede quedar muy seca, porque le hayamos incorporado
mucha harina ni húmeda, porque nos hayamos quedado cortos.
Primer fermentado de la masa: Dejar la masa fermentar una
hora en un recipiente tapado y en un sitio cálido. Deberá doblar el volumen, si
no es así, dejar más tiempo. Está hora es el tiempo mínimo. Se puede dejar
fermentar toda la noche y al día siguiente seguir con la receta.
Una vez fermentado, colocar la masa en una superficie
enharinada y amasar bien para desgasificar. Nos podemos ayudar con un rascador
o espátula de metal o plástico para despegar la masa de la mesa. Tenemos que
intentar no añadir mucha harina para que no se nos quede duro.
El amasado lo haremos cogiendo la masa desde fuera y
metiendo hacia dentro, al centro. Con esto conseguimos que el roscón fermente
hacia arriba y no hacia los lados, que no se expanda.
Colocamos en un recipiente y de nuevo, tapado, dejamos
fermentar en un lugar cálido hasta que doble su volumen.
Segundo fermentado: Dejar levar la masa hasta que doble el
volumen, tarda aproximadamente una hora. Los tiempos son tiempos mínimos no
pasa nada si está más tiempo.
Cuando ha terminado este fermentado, preparamos la bandeja
de horno con una plancha de silicona o una hoja de papel de horno. Sacamos la
masa del recipiente y ponemos la bola en la bandeja. Dejamos reposar 10 minutos
para que la masa se relaje.
Pasado este tiempo, nos mojamos las manos con unas gotitas
de aceite de oliva y con los dedos, desde el centro de la bola, vamos abriendo
para ir formando el roscón.
Si vamos a dejar el roscón sin relleno, ahora meteremos la
figura envuelta en papel de aluminio y teniendo en cuenta que sea resistente al
calor. Si lo vamos a rellenar, las meteremos en el momento del relleno.
Ahora pintamos con huevo y le ponemos las frutas
escarchadas. Si queremos, también podemos ponerle almendra laminada o azúcar
humedecida con un poco de agua o agua de azahar. Tapamos con plástico y dejamos
que fermente por tercera vez durante una hora más o menos hasta que doble su
volumen.
Ponemos el horno a precalentar a 200º y colocamos un pequeño
recipiente con agua dentro de este.
Poner el roscón a media altura y bajar la temperatura a
180º. Hornear de 25 a 30 minutos. Si veis que se tuesta mucho por arriba, se
puede tapar con papel de aluminio para que no se queme.
Una vez horneado, dejar enfriar en una rejilla. Una vez frío, podemos cortarlo por la mitad y poner nata montada, mousse de chocolate,
cabello de ángel… colocando en este momento, las figuras y el haba.
Qué buena pinta tiene! Para mí que siempre había sido un misterio cómo conseguían poner las figuras y el haba dentro, por fin se me ha resuelto.
ResponderEliminarJejeje una de las ventajas de preparar el roscón es recordar dónde está el haba y decirle al cuñado (o similar) aquello de "corta este trozo, corta este" :P
Saludos!!
El rscón...uno de los clásicos de navidad...y que rico verdad??Te quedó de lujo wapa.
ResponderEliminarbss
Hola Andrea. Hacía ya tiempo que no te veía y me alegro por volver a hacerlo.
ResponderEliminarEste año ha sido el primero en que me he arriesgado a intentar hacer un roscón, para ser la primera vez no me puedo quejar pero creo que debo mejorar jj.
Tu roscón es todo un señor roscón. He visto tantas recetas y todas tan parecidas y con unos resultados tan estupendos que la verdad cuesta trabajo elegir, pero esta que dices no se ve muy complicada así que espero acordarme mirarla para el siguiente que haga.
Saludos
La verdad que quedé muy satisfecha con el roncón. Salió buenísimo y al final he hecho 4 o 5 estas navidades. Es un dulce muy agradecido, sale muy rico y es muy vistoso.
ResponderEliminarSaludos Juan, Fely y Vicintosh!!!!
Besos